La chicharrita o Dalbulus maidis hizo estragos la campaña pasada, principalmente sobre el maíz tardío. Ante este escenario, el productor decidió sembrar menos cereales y priorizar la siembra temprana.
Con este nuevo escenario, el INTA destacó que la presencia de la plaga es baja o nula, por lo que la amenaza cayó. “Esto sugiere que para las próximas semanas es poco probable que se repita el escenario de altas poblaciones de chicharritas de la pasada campaña”, expresó el coordinador del Programa Nacional de Protección Vegetal del INTA, Eduardo Trumper.
Por su parte, el coordinador de la Red Nacional de Maíz del INTA, Facundo Ferraguti, destacó que este cultivo es importante que esté en los sistemas de producción. “La decisión del productor, de inclinarse a siembras en fecha temprana para evitar la presencia de Dalbulus maidis derivó en que este año se registre un cambio de tendencia, en relación con lo que se venía registrando en las últimas campañas”, señaló Ferraguti.
Chicharrita
Sobre la amenaza de esta plaga, Trumper dijo que la percepción del riesgo es subjetiva y, frente a la incertidumbre, no existen a priori decisiones correctas e incorrectas. También remarcó que poco antes de las siembras tempranas, el panorama general sobre este vector aún no estaba del todo claro.
La investigadora del INTA Oliveros, Santa Fe, Evangelina Perotti, explicó que se utilizaron distintos métodos de muestreos, como red de arrastre y trampas de emergencia. “Salimos a buscar chicharritas invernantes en diferentes sustratos vegetales, que pueden utilizar como refugio para pasar las condiciones adversas. Como resultado, detectamos que las poblaciones disminuyeron hasta alcanzar valores cercanos a cero e incluso a la fecha han transcurrido 20 semanas con registros nulos de chicharritas para la región”, dijo.
El INTA destacó que la bibliografía internacional establece que el umbral de daño de Dalbulus maidis es muy bajo. “Sin embargo, debido a la baja persistencia y eficiencia de los insecticidas para una amplia ventana de control (V2-V8) y el impacto sobre enemigos naturales (que puede conducir a resurgimiento de otras plagas), no son recomendables las aplicaciones foliares en forma preventiva”, recomendó el organismo.
Maíz
“El maíz tardío puede ser un componente relevante en el marco de una transición agrícola hacia agroecosistemas más saludables, debido a que la simplificación de las producciones que se registran desde hace 40 años derivó en suelos degradados y malezas resistentes, entre otros aspectos”, expresó el INTA. En este sentido, destacó que el cereal se presenta como un cultivo que aporta mucho a los sistemas de producción agrícola.
En este sentido, comentó que, este año, el cultivo deberá enfrentar un verano marcado por La Niña. El maíz de primera salió más beneficiado hasta el momento. Sin embargo, la disminución de los riesgos de golpes de calor y estrés hídrico que puede sufrir la planta durante el período crítico (para la definición del rendimiento) sugiere que las siembras tardías tienen mejor pronóstico de rinde, agregó.
“En el manejo agronómico es necesario aliviar la competencia entre plantas al sembrar cada vez más tarde, apuntando a densidades de siembra algo menores que en las siembras tempranas. Esta es una decisión de manejo sencilla con un fuerte impacto de rendimiento”, indicó Ferraguti.